La empresa estadounidense IntelliGender ha sacado a la venta una prueba para predecir el sexo de un bebé que puede realizarse en casa y sin receta médica desde las diez semanas de gestación. Según la compañía, el resultado tiene un 80% de fiabilidad.
La prueba, igual que la que se vende para predecir el embarazo, consiste en un examen de orina que, al combinar las hormonas maternas con una mezcla de sustancias químicas, determina en solo diez minutos si se está esperando un niño o una niña. Hasta el momento, la firma no revelado el tipo de sustancias que utiliza, ya que está pendiente de poder patentar el producto.
"Los padres tendrán así la oportunidad de satisfacer su gran curiosidad sobre el sexo de su hijo sin esperar a las 20 semanas de gestación", asegura la vicedirectora de IntelliGerder, Rebecca Griffin, en declaraciones a la CNN. No obstante, Griffin advierte de que "la prueba no ofrece un diagnóstico total. No predice al 100%", por lo que recomienda acudir al médico para confirmar el sexo del bebé más adelante.
La salida al mercado de este producto ha despertado suspicacias en algunos sectores de la sociedad estadounidense que opinan que, si el resultado de la prueba no coincide con el deseo de los padres, podría propiciar dudas sobre si continuar con el embarazo o interrumpirlo en esa época temprana de gestación.
La prueba, igual que la que se vende para predecir el embarazo, consiste en un examen de orina que, al combinar las hormonas maternas con una mezcla de sustancias químicas, determina en solo diez minutos si se está esperando un niño o una niña. Hasta el momento, la firma no revelado el tipo de sustancias que utiliza, ya que está pendiente de poder patentar el producto.
"Los padres tendrán así la oportunidad de satisfacer su gran curiosidad sobre el sexo de su hijo sin esperar a las 20 semanas de gestación", asegura la vicedirectora de IntelliGerder, Rebecca Griffin, en declaraciones a la CNN. No obstante, Griffin advierte de que "la prueba no ofrece un diagnóstico total. No predice al 100%", por lo que recomienda acudir al médico para confirmar el sexo del bebé más adelante.
La salida al mercado de este producto ha despertado suspicacias en algunos sectores de la sociedad estadounidense que opinan que, si el resultado de la prueba no coincide con el deseo de los padres, podría propiciar dudas sobre si continuar con el embarazo o interrumpirlo en esa época temprana de gestación.
Esta noticia fue publicitada por el periódico proabortista EL PAIS en su edición digital. Ahora ya podrán matar al niño o la niña si no es lo que "esperaban". Demencial.